Panes elaborados sin gluten, sin lactosa y sin conservantes
Entre los principales beneficios de la miel destaca su riqueza nutritiva, así como sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
La miel es un líquido almibarado que producen las abejas a partir del néctar de las plantas. Es un ingrediente común en muchos alimentos y preparaciones.
Además de sus potenciales beneficios para la salud, desempeña un papel importante en muchos remedios caseros y tratamientos de medicina alternativa para estimular la cicatrización de heridas, la regeneración de tejidos o aliviar los trastornos gastrointestinales, la gingivitis y otras patologías.
Una cucharada o 20 gramos de miel contiene:
La miel es esencialmente azúcar, sin grasa y con trazas de proteína y fibra. Contiene pequeñas cantidades de algunos nutrientes. Está compuesta por más de 200 sustancias, principalmente hidratos de carbono y azúcares.
También contiene enzimas, vitaminas, minerales, flavonoides y polifenoles. La riboflavina, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, folato y vitamina C son las principales vitaminas que se encuentran en la miel.
Entre los minerales, el potasio es el principal, pero también contiene calcio, magnesio, sodio, azufre y fósforo.
Es particularmente rica en compuestos vegetales que benefician la salud, conocidos como polifenoles.
Los polifenoles son un grupo de compuestos químicos que se encuentran en plantas, y tienen diversas propiedades beneficiosas para la salud.
Son conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, y se han asociado con una serie de beneficios para la salud, incluyendo la reducción del riesgo de enfermedades crónicas.
Los polifenoles se dividen en varias categorías, incluyendo flavonoides, fenoles no flavonoides, lignanos y ácidos fenólicos. La miel contiene una amplia gama de flavonoides y ácidos fenólicos.
Si bien los polifenoles se encuentran en proporciones menores, son los que brindan la mayoría de los beneficios de la miel.
Las principales causas relacionadas con el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas son la acumulación de radicales libres y una baja concentración de compuestos antioxidantes.
La miel puede ser una buena opción terapéutica en trastornos neurológicos al contener sustancias antioxidantes como polifenoles y flavonoides (Iftikhar, Nausheen, Muzaffar et al. 2022).
Ambos compuestos protegen a las neuronas contra el daño oxidativo, mejoran la función neuronal y potencian la regeneración, protegen a las neuronas de la neurotoxicidad y modulan las vías de señalización neuronal (Cianciosi, Forbes-Hernández, Afrin et al. 2018).
La miel mínimamente procesada contiene muchos compuestos vegetales bioactivos y antioxidantes importantes, como flavonoides y ácidos fenólicos. Las variedades más oscuras tienden a ofrecer más antioxidantes que las variedades más claras.
Los antioxidantes ayudan a neutralizar las especies reactivas de oxígeno (ROS) en el cuerpo, que pueden acumularse en las células y causar daños. Este daño puede contribuir a afecciones como el envejecimiento prematuro, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
Muchos de los beneficios de la miel se atribuyen a su contenido de antioxidantes.
La miel puede ofrecer algunos ligeros beneficios para el control de los niveles de azúcar en sangre respecto al azúcar normal.
Aunque la miel también aumenta la glucosa al igual que otros tipos de azúcar, los antioxidantes que contiene pueden ayudar a proteger contra el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2.
Los investigadores han descubierto que la miel puede aumentar los niveles de adiponectina, una hormona que reduce la inflamación y mejora la regulación del azúcar en sangre.
También hay evidencia de que la ingesta diaria de miel puede mejorar los niveles de azúcar en sangre en ayunas en personas con diabetes tipo 2 (Ramli, Chin, Zarkasi et al. 2018).
No obstante, si bien la miel puede ser ligeramente mejor que el azúcar refinado para las personas con diabetes, debe consumirse con moderación.
Otro de los beneficios de la miel es que puede ayudar a prevenir enfermedades cardíacas.
Según una revisión, la miel puede ayudar a reducir la presión arterial, mejorar los niveles de grasa en la sangre, regular los latidos del corazón y prevenir la muerte de células sanas, todos ellos factores que pueden mejorar la función y la salud del corazón (Idrus, Sainik, Nordin et al. 2020).
Además, la miel cruda suele contener propóleo, una resina que las abejas producen a partir de árboles productores de savia y plantas similares. El propóleo puede mejorar los niveles de colesterol y triglicéridos (Braakhuis, 2019).
No obstante, se requieren más estudios a largo plazo para comprender mejor los beneficios de la miel en la salud del corazón.
La miel se ha utilizado a lo largo de la historia para curar heridas y quemaduras, una práctica que continúa siendo común en la actualidad.
Una revisión de 26 estudios sobre estos beneficios de la miel encontró que es más efectiva para curar quemaduras de espesor parcial y heridas que se infectaron después de una cirugía (Jull, Cullum, Dumville et al. 2015).
La miel de manuka (una miel que se produce cuando las abejas utilizan el néctar de la flor de manuka, originaria de Nueva Zelanda y Australia), específicamente, puede tener aplicaciones positivas en el tratamiento de quemaduras (Niaz, Maqbool, Bahadar et al. 2017).
Sin embargo, si tiene una quemadura grave, los remedios caseros no son un sustituto viable de la atención médica y deberá acudir de inmediato a un centro sanitario.
La tos es un problema común en los niños con infecciones de las vías respiratorias superiores.
Una revisión de varios estudios sobre la miel y la tos en niños encontró que la miel parece más eficaz que la difenhidramina para los síntomas de la tos. También puede ayudar a reducir la duración de la tos (Oduwole, Udoh, Oyo-Ita et al. 2018).
Otra revisión señaló que también puede mejorar la calidad del sueño (Nitsche y Carreño, 2016). Además, a diferencia de algunos medicamentos para la tos, la miel no tiene efectos secundarios.
Tenga en cuenta que nunca se debe dar miel a niños menores de 1 año debido al riesgo de botulismo (una enfermedad rara, pero grave, causada por una toxina que ataca los nervios del cuerpo).
Otro de los grandes beneficios de la miel es que resulta muy sencillo incorporarla a la dieta diaria. Puedes utilizarla como sustituto del azúcar tanto en yogures o bebidas, como para cocinar y hornear.
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