Panes elaborados sin gluten, sin lactosa y sin conservantes
¿Sabías que uno de los mayores beneficios de los germinados es que al ser alimentos vivos conservan todo su valor nutritivo?
Entendemos por alimentos vivos todas las frutas y vegetales frescos que se consumen crudos, así como las semillas de cereales, oleaginosas y legumbres germinadas. También se incluyen algunos alimentos fermentados, correctamente combinados, tal como aclaran las farmacéuticas Mònica Albertí Corominas y Marta Cassà Torres en su artículo “Alimentos vivos”.
Incorporarlos a la dieta ayuda a cuidar nuestro organismo, ya que es una forma fácil de consumir alimentos frescos y aprovechar todo su poder antioxidante y revitalizante.
Descubre a continuación las propiedades de los germinados y cómo pueden ayudar a prevenir ciertas enfermedades o mejorar la digestión.
Cuando hablamos de germinados, nos referimos a los brotes que provienen de semillas sometidas a un proceso de germinación. Las semillas se ponen en remojo, se expanden y su cáscara se ablanda. De esta manera, se abren y se activan las enzimas que contienen al entrar en contacto con agua y oxígeno.
Al cabo de unos días, tras conservarlos en un ambiente húmedo y cálido, los brotes se irán alzando hacia la luz en un proceso de intensa actividad metabólica; esta labor es precisamente el motivo de la transformación y aumento de los nutrientes que contienen los granos en su interior.
Los podemos encontrar en tres formatos: frescos, en conserva y congelados. También pueden prepararse en casa, aunque siguiendo instrucciones específicas para evitar que proliferen bacterias.
Aunque cualquier semilla de leguminosa, hortaliza o grano de cereal se puede germinar (lentejas, garbanzos, soja, sésamo, etc.), no todas sirven como alimento. Por ejemplo, las semillas de solanáceas (patatas, pimientos, tomates o berenjenas) son tóxicas.
Los germinados son los embriones de las futuras plantas. Al encontrarse en pleno desarrollo, contienen sustancias nutritivas específicas que el organismo asimila más fácilmente. Son ricos en vitaminas y minerales y aportan vitamina C y betacarotenos (un tipo de pigmento que contienen las frutas y verduras que se convierte en vitamina A en el cuerpo).
Además, contienen el concentrado de nutrientes que precisa la planta para crecer. En los germinados dichos nutrientes se activan con mucha más fuerza que en la planta adulta y son más fáciles de digerir.
Son ligeros y apenas tienen calorías, por lo que su aporte energético es bajo, aunque sea un alimento muy nutritivo.
Los germinados son alimentos vivos, lo que implica que su poder nutricional se mantiene intacto hasta el momento en que se consumen. Los múltiples beneficios de los germinados para la salud hacen que sean considerados un súper alimento.
Otra de sus ventajas nutricionales es que poseen una mayor concentración de fibra al provenir de granos enteros. También poseen compuestos activos como los polifenoles y una alta concentración de antioxidantes, tal como señala el tecnólogo alimentario Mario Sánchez, en su blog de ciencia y tecnología de los alimentos Sefifood.
No obstante, es importante recordar que, aunque existen alimentos muy interesantes a nivel nutricional, la salud de una persona depende de muchos factores. Así lo aclara la dietista-nutricionista Júlia Farréen junto a otros expertos en este artículo. La clave está en una dieta variada y equilibrada, donde las verduras y las legumbres sean las protagonistas, pero sabiendo que es igual de importante descansar o hacer ejercicio.
El valor nutricional de los germinados es comparable al de las frutas y verduras. Investigadores del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de la Universidad Complutense de Madrid, así como de la Sección de Cs. Farmacéuticas y del Departamento de Microbiología y Parasitología de la UCM (2020: 64) afirman en este estudio que:
“El proceso de germinación mejora el valor nutritivo de las semillas, ya que aumentan los compuestos bioactivos, tales como la vitamina C y polifenoles y el proceso genera una disminución de factores antinutricionales dando origen a alimentos de mayor interés”.
Según la dietista y ambientóloga Montse Reus, entre los beneficios de los germinados para el organismo se pueden destacar los siguientes:
Los germinados son muy digestivos debido al proceso de transformación de las proteínas que contienen las semillas en sus componentes, es decir, los aminoácidos. Por ello, algunas legumbres son más fáciles de digerir como germinados.
Por otro lado, la sustancia de reserva contenida en la semilla (esto es, el almidón), se convierte en glucosa, que, además de ser más fácil de digerir, permite aprovechar mejor su energía.
Además, en los germinados el contenido de enzimas es muy elevado (pueden contener hasta cien veces más que la planta o la semilla). Las enzimas son unas sustancias que mejoran la digestibilidad de los alimentos y aseguran el correcto funcionamiento de las reacciones químicas de nuestro organismo.
La clorofila es el pigmento que otorga el característico color verdes de las plantas terrestres y marinas. Es esencial para transformar la energía de la luz en energía química, esto es, el proceso de la fotosíntesis.
La clorofila es rica en magnesio y tiene una estructura similar a la hemoglobina, que ayuda a combatir la anemia con la formación de glóbulos rojos.
Los germinados nos pueden ayudar a eliminar toxinas. En la medicina tradicional china se utilizan especialmente en esta época de principios de primavera como método para depurar el hígado.
Algunos estudios como el publicado por Aslani et al. (2015) en la revista científica Health Promotion Perspectives apuntan que incluir brotes en nuestra dieta diaria podría ser beneficioso para el corazón.
Esto se debería a los beneficios de los germinados sobre algunos factores de riesgo determinantes para la salud cardiovascular como los niveles de triglicéridos, de colesterol LDL y de presión sanguínea.
Ahora que ya conoces todos los beneficios de los germinados para el organismo, puedes incorporar este alimento tan nutritivo a tu dieta con nuestro pan de molde con germinados.
Es uno de nuestros panes sin gluten más tiernos y esponjosos, con un gran sabor aportado por el trigo sarraceno, los germinados y las semillas que lo recubren. Lo recomendamos especialmente para personas con intolerancia al maíz, ya que está elaborado a base de harina de trigo sarraceno integral y harina de arroz.
Nuestros clientes sugieren probarlo tostado con queso de cabra y un toque de miel.
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