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producto ecológico

Qué es un producto ecológico

La etiqueta “ecológico” es cada vez más frecuente en todo tipo de productos. Pero, ¿qué diferencias existen entre un producto ecológico y uno convencional? ¿Cuáles son los criterios que debe cumplir un producto o alimento para ser considerado ecológico?

Los productos ecológicos, llamados “bio” en Francia y “orgánicos” en Estados Unidos, plantean muchas dudas que es importante resolver para un consumo más consciente, saludable y respetuoso con el medio ambiente.

Producción ecológica: criterios de regulación

La producción ecológica, también llamada orgánica o biológica, es un sistema de gestión y producción alimentaria basada en prácticas ambientales que protegen la biodiversidad y los recursos naturales. Asimismo, este tipo de producción requiere cumplir normas estrictas en torno al bienestar animal.

Para diferenciar un producto ecológico de uno convencional, tal como se informa en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, debemos buscar el logotipo de la UE y el código numérico correspondiente a la entidad de control, además de la propia marca y los términos específicos de la producción ecológica.

Logotipo Unión Europea – Certificación de un producto ecológico

En la actualidad, la producción ecológica se encuentra regulada en España por el Reglamento (UE) 2018/848, del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos.

Objetivos de la agricultura ecológica

La agricultura ecológica es un método de producción cuyo objetivo es obtener alimentos utilizando sustancias y procesos naturales. Por ello, este tipo de producción tiende a tener un impacto medioambiental limitado.

Según la web oficial de la Comisión Europea, la agricultura ecológica promueve una serie de objetivos principales:

  • el uso responsable de la energía y los recursos naturales;
  • el mantenimiento de la biodiversidad;
  • la conservación de los equilibrios ecológicos regionales;
  • la mejora de la fertilidad del suelo;
  • un alto nivel de bienestar animal;
  • el mantenimiento de la calidad del agua.

5 beneficios de consumir alimentos ecológicos

El concepto de producto ecológico es cada vez más común. En los últimos años, su oferta se ha convertido en una alternativa frecuente a la de los mercados tradicionales. El motivo es, principalmente, que las prácticas utilizadas son más beneficiosas para nuestra salud y el medio ambiente respecto a los alimentos elaborados de forma convencional.

Los alimentos cultivados y producidos de forma natural no alteran los ecosistemas ni ponen en riesgo el equilibrio de los entornos. Esto implica no utilizar productos químicos, pesticidas o fertilizantes para su cultivo, conservación o para acelerar su crecimiento.

Cualquier producto puede ser considerado ecológico si cumple con los requisitos exigidos para esta certificación. Los más comunes son las verduras, las hortalizas, las frutas, el pan, las carnes o los vinos.

Muchas personas se preguntan si consumir un producto ecológico realmente tiene un valor añadido en comparación al mismo alimento producido de forma convencional. A continuación, repasamos sus beneficios más significativos.

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1. Mayor valor nutricional

Los expertos en nutrición y agricultura aseguran que un producto ecológico tiene un mayor valor nutritivo que un alimento producido con químicos o aditivos. Estas sustancias reducen notablemente las cualidades naturales de los productos y disminuyen su calidad.

La investigadora y presidenta de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, María Dolores Raigón, sostiene que los datos científicos confirman los beneficios de los alimentos ecológicos. Según la investigadora, estos tienen “mayor contenido en vitaminas, en minerales y en proteínas que los convencionales”.

La pérdida de valor nutricional en los alimentos convencionales se debe a 4 factores principales:

  • Pérdida de la fertilidad biológica de los suelos: el empobrecimiento de los suelos hace que pierdan su potencial nutritivo.
  • Sustitución de las variedades tradicionales por las híbridas o comerciales: mientras que las tradicionales están bien adaptadas al suelo y al clima, las versiones comerciales o híbridas no presentan el mismo potencial nutritivo. Además, están optimizadas para aumentar su rendimiento, lo que merma otros parámetros como el valor nutricional.
  • Recolecciones prematuras o maduraciones en cámara: cuando las verduras, hortalizas o frutas se recogen de forma prematura, no alcanzan todo su valor nutritivo. Esto significa que no llegan a tener el máximo de vitaminas y carotenoides que pueden sintetizar, ni el máximo de minerales que pueden absorber.
  • Grandes distancias de los alimentos en el mercado convencional: las grandes distancias que recorren los alimentos convencionales hace que pierdan vitalidad, perjudicando el contenido en sustancias antioxidantes.

Además, a diferencia de muchos productos convencionales, los alimentos ecológicos no suponen ningún riesgo para la salud.

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Productos ecológicos

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2. Los productos ecológicos contribuyen al desarrollo regional y social y al consumo responsable

El proceso de elaboración de un producto ecológico es mucho más lento que el de uno convencional. Al no alterarse los ciclos naturales, se requiere mayor mano de obra, lo que fomenta el desarrollo regional y social.

Si bien esto implica que el producto ecológico tiene un precio ligeramente superior al del resto de alimentos, debemos tener en cuenta que estos procesos de producción contribuyen al desarrollo de las regiones y los entornos donde se producen. Esto coincide con el concepto de consumo responsable y de desarrollo social.

3. Evita la contaminación de los entornos

Las compañías y productores ecológicos no contaminan los entornos en los que trabajan, ya que prescinden de químicos y fertilizantes.

Todas las fases de la cadena productiva de un producto ecológico se caracterizan por preservar y cuidar el medioambiente. Esta es una de las principales cuestiones que se deben certificar a la hora de solicitar el sello ecológico a las autoridades europeas.

4. Fomentan el desarrollo sostenible

Además de los beneficios anteriores, la mayor contribución de los alimentos ecológicos es que forman parte de un nuevo modelo de consumo y producción que prioriza el cuidado del medioambiente y la concienciación de los consumidores.

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5. Respetan el bienestar de los animales

Los alimentos ecológicos no impactan solo en el desarrollo social, sino también en la preservación de las especies animales. El ejemplo más representativo es el de la ganadería ecológica, en la que tampoco se recurre a químicos o a conservantes en la alimentación de los animales.

 

En definitiva, priorizar un producto ecológico frente a uno convencional tiene un alto impacto positivo en nuestra salud, en la preservación de la biodiversidad y en el fomento del desarrollo sostenible. Por eso, en Leon The Baker disponemos de todo tipo de alimentos ecológicos: aceite de sésamo, granola, crema de avellanas, salsas orgánicas y todo tipo de productos de panadería sin gluten.