Panes elaborados sin gluten, sin lactosa y sin conservantes

La importancia de la buena alimentación en niños

Una buena alimentación en niños es fundamental por varias razones esenciales que impactan en su desarrollo físico, psicológico, social y cognitivo.

La infancia es la etapa de la vida donde más cambios se producen, tanto físicos como intelectuales. Una nutrición adecuada durante los primeros años de vida resulta esencial para el correcto crecimiento y desarrollo infantil.

Con rutinas alimentarias adecuadas y un estilo de vida saludable, los niños crecerán sanos y se reducirán las posibilidades de que sufran ciertas patologías como trastornos nutricionales, anemia, sobrepeso u obesidad.

Una buena alimentación en niños es fundamental para su crecimiento y desarrollo

La nutrición saludable es vital para el crecimiento y el desarrollo físico de los niños.

La alimentación debe ser variada y nutritiva, incluyendo nutrientes fundamentales como proteínas y ácidos grasos esenciales, que ayudan al crecimiento y aportan energía; vitamina A para defender el organismo contra enfermedades y yodo para el desarrollo del cerebro, además de hierro para preservar las funciones mentales y físicas.

La nutrición afecta directamente al desarrollo cognitivo

El cerebro es el órgano más complejo y metabólicamente activo. La evidencia científica señala que la falta de nutrientes impacta de forma directa en la cognición y la conducta de los niños.

La especialista en dieta y función cerebral de la Universidad de Toronto, Carol Greenwood, junto a su equipo de trabajo, indica varias vías a través de las cuales la dieta puede afectar la neuroquímica:

  • La disponibilidad de precursores requeridos para la síntesis de neurotransmisores depende de los alimentos que ingerimos.
  • Los alimentos son fuente de vitaminas y minerales, cofactores esenciales para las enzimas que sintetizan neurotransmisores.
  • Las grasas y aceites que incorporamos con nuestros alimentos alteran la composición de las membranas celulares de las neuronas y de las vainas de mielina (capa aislante que se forma alrededor de los nervios).
  • La glucosa como principal sustrato energético puede influenciar las funciones cognitivas.

Los nutrientes clave para el desarrollo cognitivo incluyen:

Yodo

Este micronutriente es requerido para la producción de las hormonas tiroideas triyodotironina y tiroxina, esenciales para el crecimiento y desarrollo del cerebro.

Hierro

Existen áreas del cerebro importantes para la cognición que son más sensibles que otras frente a la deficiencia de hierro. Una revisión de estudios científicos señala que existe una asociación entre la anemia por deficiencia de hierro y el pobre desarrollo cognitivo, motor y problemas conductuales (Grantham y Ani, 2001).

Zinc

La deficiencia de zinc puede afectar el desarrollo cognitivo por alteración en la atención, la conducta neuropsicológica y el desarrollo motor (Bhatnagar y Taneja, 2001).

Folato, vitaminas B6 y B12

Estas vitaminas afectan los resultados cognitivos mediante su rol en el sistema nervioso central, además de influenciar el funcionamiento del cerebro vía cerebrovascular (Hankey y Eikelboom, 1999).

Vitamina A

Este micronutriente es fundamental en la percepción visual, pero también impacta en la diferenciación de neuronas y se ha sugerido su rol en la memoria (Tafti y Ghyselinck, 2007).

Ácidos grasos omega-3

El cerebro contiene un alto porcentaje de lípidos debido a su composición celular. Mantener la composición lipídica de las membranas neuronales es vital para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso central (Crawford, 1993).

Una dieta equilibrada fortalece el sistema inmunológico

Una buena alimentación en niños ayuda a combatir infecciones, enfermedades y recuperarse más rápidamente. Alimentos ricos en antioxidantes, vitaminas A, C y E, junto con el zinc y el selenio, son cruciales para una buena salud inmunológica.

Beneficios de una buena alimentación en niños

A medida que los niños crecen y se desarrollan, necesitan nutrientes importantes para estar fuertes y saludables. Algunos de los beneficios de una alimentación saludable incluyen:

  • Energía estable
  • Huesos y dientes fuertes
  • Mejor salud mental
  • Mantener un peso saludable
  • Prevenir enfermedades crónicas

Alimentos imprescindibles

Una dieta equilibrada para los niños debe incluir una variedad de alimentos que proporcionen todos los nutrientes esenciales para su crecimiento y desarrollo.

Frutas y verduras frescas

Los productos frescos aportan vitaminas, nutrientes, fibras y minerales esenciales que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y favorecen el desarrollo saludable.

Se recomienda que los niños consuman cinco o más raciones al día.

Los nutrientes clave de las frutas y las verduras incluyen: vitamina C (refuerza el sistema inmune), vitamina A (salud visual y crecimiento) y fibra (buena digestión).

Proteínas

Necesarias para el crecimiento muscular, el desarrollo de tejidos y el funcionamiento del sistema inmunológico. Alimentos como las carnes magras, el pescado, los huevos, las legumbres y frutos secos o los productos lácteos aportan proteínas, hierro (previene la anemia), omega-3 (para el cerebro).

Granos enteros

Son una fuente importante de energía duradera y fibra, lo que ayuda a mantener los niveles de azúcar estables y favorece una buena digestión.

Panes y pastas integrales, arroz integral, avena o quinoa aportan fibra y vitaminas del complejo B (esenciales para la producción de energía y el desarrollo del sistema nervioso).

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Grasas saludables

Las grasas son esenciales para el desarrollo cerebral y la absorción de ciertas vitaminas, además de proporcionar energía.

Ejemplos de grasas saludables son: el aceite de oliva (rico en ácidos grasos monoinsaturados y antioxidantes), el aguacate (aporta grasas saludables y fibra), el pescado graso como salmón o sardinas (ricos en ácidos grasos omega-3) o los frutos secos y las semillas (ricas en grasas saludables y omega-3).

Carbohidratos saludables

Los carbohidratos saludables proporcionan la energía que los niños necesitan para mantenerse activos durante el día.

Patatas, batatas o plátanos aportan carbohidratos complejos, fibra y vitaminas del complejo B.

Alimentos ricos en hierro

El hierro es esencial para el transporte de oxígeno en la sangre y el desarrollo cerebral. Los niños necesitan suficiente hierro para prevenir la anemia y promover el crecimiento.

Encontramos hierro en alimentos como: carne, legumbres o vegetales de hojas verdes (espinacas, alcegas, etc.).

Vitaminas y minerales esenciales

Ayudan en el crecimiento, fortalecen el sistema inmunológico y mejoran el funcionamiento general del cuerpo.

La vitamina C se encuentra en cítricos, fresas y pimientos; la vitamina A en zanahorias, batatas y espinacas; el zinc en carnes, legumbres y nueces; la vitamina D en pescados grasos o yemas de huevo, además de ser importante la exposición solar para generarla.

En resumen, una buena alimentación en niños debe incluir productos de todos los grupos alimenticios, asegurando que reciban la cantidad adecuada de proteínas, carbohidratos, grasas saludables, vitaminas, minerales y fibra para un crecimiento y desarrollo óptimos.