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Las penne sin gluten o macarrones sin gluten de La Pasta di Francesca ya las tenemos disponibles en España.

Las “penne” que en España solemos llamar macarrones, en italiano significa “plumas” y toman su nombre del parecido con las plumillas de las estilográficas y son uno de los formatos más icónicos de la cocina italiana.

Conocidas en todo el mundo, ahora están disponibles en versión pasta sin gluten.

Cortadas al bronzo de manera tradicional y el secado durante 48 horas a 38 grados, hace del los penne de La Pasta di Francesca un producto distinto a la pasta que encontramos de forma habitual en el mercado.

Se obtienen mezclando únicamente harinas italianas de maíz y arroz con agua, sin adición de aditivos ni estabilizantes. Un resultado siempre al dente que combina bien con cualquier tipo de salsa y que premia un trabajo artesanal verdaderamente experto.

Los fusilli son uno de los formatos más antiguos de Campania.
¿Puede el fusilli sin gluten ser un formato de pasta artesana? Sin duda, son uno de los formatos más antiguos de Campania.

Una vez fueron hechos solo en las familias más ricas por las hábiles manos de los “fusillaie” que envolvían los espaguetis alrededor de un eje de hierro.

Hoy en día, los fusilli son apreciados por grandes y pequeños por su versatilidad, sobre todo porque esta versión también existe para la pasta sin gluten: ¿la has probado alguna vez con salsas frías?

Grandes, sin cortar, ásperos, como la pasta casera, estos spaghettoni sin gluten se prestan a muchas recetas, desde los normales de tomate y albahaca hasta las variantes más buscadas, desde el pesto hasta la salsa de anchoas, para platos de grandes chefs también en versión sin gluten pasta.

Otro clásico de la tradición emiliana del norte de Italia, paglia en fieno en versión pasta sin gluten y con una elaboración artesanal verdaderamente deliciosa.

Su versatilidad los hace sabrosos con todo tipo de condimentos: excelentes incluso en flanes, también se prestan para combinaciones con pescados, moluscos y champiñones, así como con quesos tiernos o crema de leche. ¿Quién no las ha probado nunca simplemente con nata y jamón?